El próximo 22 de junio partirá de la estación de Madrid Chamartín un tren especial para asistir a la Fiesta de Moros y Cristianos de la localidad manchega .
El
viaje está organizado por el Museo del Ferrocarril-Fundación de los
Ferrocarriles Españoles y el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan y tiene
prevista su salida de la estación de Madrid Chamartín, el próximo sábado 22 de
junio, a las 9.30 horas con destino Alcázar de San Juan, ciudad a la que
llegará sobre las 11.00 horas. El tren de regreso saldrá a las 22.00 horas de
la estación de ferrocarril de Alcázar y llegará a Madrid a las 23.30 horas, con
paradas en las estaciones de Atocha y Chamartín.
El
precio del billete es de 55 euros e incluye, además de los viajes de ida y
vuelta, una visita turística al casco histórico de la ciudad, la entrada
gratuita al Museo del Hidalgo y la visita a una bodega en la que se disfrutará
de una comida. Los billetes pueden adquirirse en la taquilla del Museo, durante
su horario de apertura al público, o a través de la página de venta de
billetes online del Museo.
El
viaje del próximo sábado 22 de junio es el segundo de los tres presentados en
la Feria Internacional de Turismo (Fitur) para este año. El pasado mes de
marzo, los viajeros del ‘Tren del Hidalgo’ acudieron al ´Concurso Regional de
Vinos de la Tierra del Quijote´ y en noviembre se podrá volver a viajar en este
tren para asistir a la ‘Jornada Gastronómica del Guiso de las Bodas de
Camacho’, un ejemplo de cultura culinaria manchega.
Un
tren de época
El ‘Tren del Hidalgo’ está compuesto por los singulares y lujosos coches
restaurante que se fabricaron durante el quinquenio 1926-1930 en distintos
talleres de nacionalidad inglesa, francesa y española. Cuando en los años
ochenta dejaron de circular de modo regular, fueron comprados por RENFE a la
Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL) con el propósito de formar con
ellos una composición de época para realizar trenes chárter de lujo destinados
a eventos singulares. La transformación se llevó a cabo en 1991 en los talleres
de la CIWL de Irún y el objetivo fue que los coches mantuvieran la estética de
los años veinte, pero con una comodidad y un confort más actuales. En 1999
RENFE cedió la subserie completa al Museo del Ferrocarril de Madrid y los
cuatro coches pasaron a formar parte del inventario del Museo.
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